Unas de las fases de elaboración de alimentos es el envasado. Una fase de igual importancia que las anteriores en la producción. De nada sirve fabricar un alimento de muy buena calidad, si después la elección del envase no es la adecuada.
A la hora de elegir el envase no solo debemos tener en cuenta la forma del mismo, sino el material con el que ha sido fabricado. La elección del envases también nos va a afecta a nuestro Análisis de Peligros y Puntos de control Críticos.
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La elección del material de envasado nos va a afectar a distintos factores, desde la imagen hasta la posibilidad de alargar la vida útil o añadir valor al producto. Debemos saber que el envase va a interaccionar con el alimento que contiene, de ahí la gran necesidad de hacer una correcta elección del mismo.
No todos los envases son aptos para cualquier alimentos, sino que habrá que elegir el más adecuado sin poner en riesgo el alimento y garantizando una Seguridad Alimentaria.
La principal condición que debe cumplir un envase es que no transfiera ninguna sustancia al alimento que esté contenida en su composición del envase, ¿por qué motivo?
- Porque puede ocasionar un peligro al consumidor.
- Porque puede modificar la composición de los alimentos perdiendo valor.
- Porque puede alterar las características organolépticas del alimento que contiene, igualmente perdiendo valor.
El envase más usado es el plástico que son materiales polímeros, desplazando el uso de envases de otros materiales como el cristal. Entre las sustancias que pueden migrar o transferirse del plástico del material envasado se encuentran los aditivos del polímero, impurezas como monómeros, residuos de catalizadores, solventes de polimerización y de fracciones poliméricas de bajo peso molecular con el consiguiente riesgo toxicológico para los consumidores.
Dependiendo del tipo de alimento que se va a envasar y de los parámetros externos como la temperatura y humedad, el fabricante de los envases deberá ensayar su envase para certificar que el material usado para la fabricación del envase en cuestión es apto para uso alimentario.
Cuando realizamos un APPCC debemos tener en cuenta la combinación del material del envase elegido con el producto que va a contener y como pueden interactuar entre ellos. Debemos reflejar en nuestro análisis los riesgos de contaminación química debido al envase.
Ya sabrás que es requisito para las empresas alimentarias cuando disponen de un sistema de gestión de seguridad alimentaria, por ejemplo bajo la norma ISO 22000, BRC o bien IFS, el control de esos envases, con lo que tendríamos que solicitar al proveedor esos certificados de ensayos de migración apropiado para nuestro alimento.
Tanto la norma BRC como la IFS, disponen de sus respectivas certificación para Packaging, para empresas fabricantes de envases y embalajes. La norma IFS es de reciente publicación, en octubre del 2012 y aun no hay ninguna empresa certificada para esta norma, en cambio para la BRC Pakaging hay más de 2000 empresas a nivel mundial.
Espero que a partir de ahora tengas más en cuenta el envase para el APPCC de tu sistema de gestión.
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