Diferencias entre calibración y verificación

A menudo, encontramos confusiones a la hora de hablar de calibración y verificación. Creemos que lo tenemos claro, pero llegado el momento aparecen dudas o errores, que pueden conducir incluso, a no conformidades a la hora de una auditoría.

Además de comenzar con un repaso personal de estos dos conceptos, puede ser necesario revisarlos con el resto de las personas involucradas. Un “minicurso” o un taller didáctico, por ejemplo, pueden ser una forma interesante de trabajar el tema.

¿Qué es calibración y verificación?

Comenzamos con las definiciones y luego, desarrollaremos en la práctica que es una y otra cosa. Recordemos que siempre es bueno fijar las ideas, a través de ejemplos sencillos.

Calibrar: establecer una relación de medida entre el valor de una magnitud especificada en un instrumento y el valor obtenido a través de un patrón.

Verificar: comparar las medidas de un equipo con las de un instrumento calibrado o de “calidad metrológica” superior al de que estoy revisando.

En la práctica y en pocas palabras, calibrar es determinar cuan desviado está un instrumento comparado con un patrón y, eventualmente corregir dicha desviación. Verificar, es revisar cuan apartado está un instrumento respecto a otro que ha sido calibrado.

Para quienes trabajamos en calidad, sabemos que a menudo tener todos los instrumentos calibrados puede ser complejo. También en ocasiones nos pasa, que no sabemos bien que hacer cuando un resultado se aparta bastante de lo esperado. Hay quienes nos preguntan cada cuanto tiempo debemos calibrar un equipo, qué hacer si una calibración nos da mal.

Respecto a la verificación surgen dudas de si es suficiente como medida de control y a la hora, de asegurar que un resultado que medimos es confiable.

Compartimos respuestas a algunas de estas preguntas:

Frecuencia de calibración y verificación.

No hay una respuesta única o absolutamente cierta. Dependerá del instrumento en cuestión, de cuanto lo usemos, de la sensibilidad y precisión que este tenga y, de cuan precisa es la medida que realmente requerimos. A veces queremos matar a un “mosquito” con un misil. Otras veces le pedimos a un equipo una repetitividad y reproducibilidad que no tienen y, aquí comienzan los líos.

En la práctica, es muy importante el histórico que tengamos de un equipo. Por ejemplo, tenemos un termómetro que anualmente calibramos (comenzamos por la frecuencia que recomienda el fabricante). Año tras año, vemos que no tenemos que hacerle casi ajustes pues la medida es muy próxima a la indicada. Aquí parece muy razonable extender el plazo de calibración a un año y medio, por ejemplo, y luego podemos evaluar.

La verificación es algo que podemos hacer en el ínterin de ese tiempo. De esta forma veremos si hay una desviación significativa y la calibración deba hacerse antes.

¿Qué hacer si al calibrar obtengo resultados muy dispares?

Aquí entramos en el complejo campo de la interpretación y tratamiento estadístico de los datos. La primera sugerencia entonces, es comprender bien el método por el cual estamos tratando estadísticamente estos datos. Hoy en día hay muchas herramientas informáticas que procesan rápidamente los datos. Debemos saber leer bien esos datos para sacar conclusiones certeras.

Lo cierto es que, si un equipo me muestra disparidad de resultados o, muy alejados para un mismo lado del valor esperado, hay algo de fondo. Puede ser que el equipo esté teniendo fallas, o que la forma en que lo estemos usando no sea la correcta.

Hasta tanto encontremos la causa, un equipo que genera dudas, hay que sacarlo del uso. Asegurar un valor fiable, es la primera función de ese equipo.

¿Verificar sustituye calibrar? La respuesta es claramente NO. Calibrar es algo que debemos hacer con cierta frecuencia, usando patrones apropiados y a su vez, también debidamente calibrados. Verificar es una práctica que nos permite “monitorear” a nuestro instrumento y detectar a tiempo una falla o desvío. La verificación es como una “foto” que tomamos del equipo en diferentes momentos de su vida.

¿Qué me pide la norma ISO 9001 con la calibración y verificación?

La norma nos pide que los resultados de medida que obtenemos tienen que ser de absoluta confianza a lo largo del tiempo. Qué se entiende por confianza, por cuanto tiempo, son algunos de los conceptos que merecen ser tratados de manera particular. ¿Cuáles son las herramientas que tenemos para lograr este cometido? Entre ellas, la calibración y la verificación.

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4 comentarios
  1. Mil gracias, he buscado muchas definiciones por la red y no entendía del todo la diferencia, pero este artículo me lo ha dejado muy claro y de forma muy sencilla.

  2. Gracias por la explicación. Claro como el agua pura.

  3. un articulo muy interesante, principalmente respecto a que nos pide la Norma ISO 9001 sobre los resultados de una medición…

  4. gracias por la definición, esta muy explicado.

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