Plan de Control de mantenimiento y calibración

Plan de Control de mantenimiento y calibración

Dice una popular frase que “aquello que no se puede medir no se puede mejorar”. Y lo cierto es y, más allá de lo que determina la Norma. Lo que necesitamos poder medir para controlar, asegurar calidad y mejorar.

Dicho lo anterior, asegurar que nuestros equipos de medida efectivamente midan lo que necesitemos que midan y lo hagan de manera correcta, parece más que importante.

Veamos los pilares de un buen plan de control de mantenimiento y calibración

Los pilares de un efectivo plan de control de mantenimiento

Repasemos rápidamente los dos conceptos “madre” de un plan de mantenimiento y calibración:

  • Mantenimiento: todas aquellas actividades que nos aseguran un correcto funcionamiento de los equipos e instrumentos de medida.
  • Calibración: todas las operaciones que establecen la relación de medida entre el valor que arroja un instrumento y el valor conocido de un patrón de referencia.

En el caso de las empresas alimentarias, sea que los controles biológicos se realicen interna o externamente. El laboratorio merece un capítulo aparte. Es común encontrar ciertas deficiencias en los controles, cuando encontramos por ejemplo soluciones estándares que no son mantenidas en el tiempo, por ejemplo. Con esto queremos decir, que cuando hablamos de mantenimiento y calibración, no solo nos referimos a equipos o instrumentos. Los distintos sistemas analíticos, materiales fungibles, reactivos y todos los materiales que usemos como referencia, deben formar parte de un plan de control de mantenimiento y calibración.

Avanzando en nuestro Plan de Mantenimiento

Cuando hablamos de pilares y, para llevarlo al papel o a una planilla Excel hablamos de lo siguiente:

  • Lista de todos los equipos a utilizar. Hablaremos de equipos o instrumentos, pero no olvidemos lo que dijimos de las soluciones estándares, etc.

Si nos imaginamos una planilla Excel, entonces en la primera columna listemos todos los instrumentos utilizados en el proceso y en el control de calidad. Para nuestra sorpresa, en esta tarea pueden surgir muchas dudas e incluso detectar.  Equipos que están obsoletos o que simplemente ni sabíamos que existían. El repasar minuciosamente nos permitirá sacar una “foto” actualizada de la situación. Todo esto basado en que la lista la hagamos con la constatación física. De poco servirá si la hacemos sentados en nuestro escritorio.

  • Datos de identificación del fabricante. Número de serie, tipo, etc. Todo lo que podamos incluir a modo de “identidad” del instrumento en cuestión.
  • Persona de contacto. Es importante disponer del proveedor y de la forma en que lo podemos contactar.
  • Fecha de recepción y de puesta en funcionamiento. No siempre están disponibles estos datos, pero en la medida que podamos obtenerlos, será muy importante.
  • Condiciones en las que se ha recibido el equipo. Cuando compramos un equipo es fácil, pues está nuevo. Distinto si es un equipo usado, pero siempre que podamos incluyamos en el plan todo lo que describa al estado del instrumento.

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