Plan de Control de trazabilidad

¿Cómo es tu Plan de Trazabilidad?

Además de la obligatoriedad para los países de la Unión Europea a partir del 2005, la trazabilidad es un aspecto cada vez más valorado por el consumidor final.

Ya no solo alcanza con la información nutricional o la fecha de vencimiento, sino que el consumidor final cada vez es más exigente. Y eso, para quienes trabajamos en Calidad se alinea a nuestra forma de enfocar nuestros objetivos. ¿Quiénes más que nosotros velamos y luchamos porque todo lo que corresponde esté escrito en la etiqueta? O ¿Quién no sabe la importancia de poder “rastrear” un producto hacia atrás? También de poder hacerlo hacia adelante y, conocer así cuando y a quién le entregamos nuestro producto.

Veamos en este artículo cómo podemos construir un completo plan de control de trazabilidad.

Los “ingredientes” de un buen plan de control de trazabilidad

En este camino de tener que reconstruir la historia debemos hacer foco en la recepción de las materias primas, en el procesamiento de ellas, en el etiquetado y en la correspondiente entrega de los productos.

Pensemos en las siguientes tareas y armemos así nuestro plan:

  • Definir el ámbito de aplicación. Cual será exactamente el campo en el que apliquemos este plan y cuál será su extensión.
  • Definir los criterios de agrupación. La complejidad de nuestro sistema dependerá naturalmente de cuán grande y variada sea la producción. No obstante, suele ser necesario y nos permitirá ordenarnos, el hecho de agrupar y hacer categorías sobre las que apliquemos el plan de control.

 

Organizar la producción por partidas o lotes puede ser un criterio. También para el almacenamiento y la distribución debemos poder agrupar. Quizás en estos casos el criterio sea diferente y, más que por lotes, por ejemplo, agrupemos por semanas de producción. Es solo un ejemplo, cada organización deberá encontrar el mejor criterio.

 

  • Definir cómo vamos a identificar al producto. La identificación es una tarea que en cuestión de trazabilidad demanda la implantación de un sistema. Tal sistema podría tener los siguientes “inputs”, sin limitarse a ellos:

 

-Origen de los productos. Quienes son los que me suministran los productos.

-Formas de contacto. Reunir las formas de contactar a todos y cada uno de los proveedores.

-Cuáles son los productos que se han recibidos. Qué datos son los que vamos a pedir e ingresar en nuestro sistema. Fecha de recibo, número de lote, tamaño, etc.

Destino “interno” de los productos recibidos. Si van a ser almacenados, mezclados con otros productos, etc.

Otra información que resulta casi indispensable cuando de asegurar trazabilidad se trata, es la hoja de ruta. Un documento que pueda acompañar a cada lote producido. Una vez más, la información a registrar en dicha hoja de ruta, dependerá del producto, proceso, etc. Datos como fecha de elaboración, responsable de cada actividad que forma parte del proceso de producción debiera estar presente.

Además de situaciones críticas, como por ejemplo tener que retirar un producto del mercado, la trazabilidad es una herramienta que permite optimizar nuestros sistemas de seguridad alimentaria. Como sucede con nuestra salud, la mejor manera de cuidarla es pensar preventivamente. Invertir en trazabilidad es una manera de cuidar y preservar lo que tanto nos cuesta en materia de seguridad alimentaria.

Seminario "Trazabilidad y Retirada de Alimentos: Simulacro Efectivo”

En este seminario se ha tratado como llevar a cabo un Ejercicio de Retirada de Alimentos y la importancia de tener un Efectivo Plan de Trazabilidad, interesante, ya verás.

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