Buenas prácticas de higiene

Si hay algo que no le cabe dudas a nadie es la importancia de mantener un buen nivel de higiene cuando de alimentos se trata. Ahora bien, también sabemos que no es un tema fácil especialmente porque depende exclusivamente de las personas. Si además hablamos de las condiciones de higiene personal, la misión puede transformarse en casi “titánica”.

¿Te sientes identificado con esta dificultad que representa muchas veces concientizar al personal de cuán importante es su propia higiene? ¿Has intentado explicarles el porqué de esa importancia? Intentemos reflexionar al respecto y ordenarnos en algunos conceptos. Esto puede ayudarnos mucho a la hora de gestionar efectivamente este aspecto.

Las condiciones de higiene del personal y como gestionarlas

Los empleados y, eventualmente proveedores o personal subcontratado, en resumen, quien esté en contacto con el alimento, es un potencial vehículo de contaminación. Es muy importante tener instancias directas y claras con el personal involucrado y explicarles que, por ejemplo, una persona enferma no puede ir a trabajar. Si una persona se ha cortado un dedo, entonces su herida tiene que estar bien cubierta. Además de su propia integridad y seguridad sanitaria, hay un fuerte compromiso frente al consumidor de ese alimento que estamos preparando.

Ahora bien,

¿cómo podemos resumir de manera sencilla y concreta las condiciones de higiene personal que debemos asegurar?

Veamos un esquema posible:

• Accesibilidad a instalaciones. Si necesitamos pedirle al personal que se lave las manos cada vez que ingrese a planta. Entonces debemos contar con la suficiente cantidad de grifos de agua. Detergentes, jabones para manos, todos los insumos que entendemos como necesarios deben estar siempre y, absolutamente siempre, para que el personal que use.

Recordemos que, si insistimos en el lavado de manos, por ejemplo, y luego nos quedamos sin jabón en planta, entonces nuestro planteo se debilita.

• Indumentaria apropiada. Antes de generar una instancia de concientización y sensibilización de este tema, pensemos en cual debiera ser exactamente la indumentaria para el personal. No caigamos en extremos de pedirle a alguien que no use joyas, que tenga recogido su cabello, que use ropa clara, botas y demás, si por ejemplo, trabaja en el armado de cajas. Este suele ser un aspecto sensible y, a nadie le gusta sentirse disfrazado o incómodo. Pero si es necesario que tome esos recaudos, expliquémosle él porque de la importancia de que use todo eso.

• Estado de salud. Debemos regular la asistencia y las condiciones bajo las cuales una persona trabaja con un resfriado o con una infección, por ejemplo. Una enfermedad es un foco claro y directo de contaminación de un alimento.

• Comportamiento personal. No fumar, no salivar, mantener cortas las uñas, son algunos hábitos que debemos poder exigir. Pero siempre con el compromiso de la persona. Pensemos en lo difícil que puede ser controlar el largo de las uñas.  O el uso de un esmalte si tenemos una planta con muchas mujeres. Pero también pensemos en lo necesario que es, si esas personas manipulan directamente un alimento.