Hoy quiero escribir un artículo de reflexiones.
Llevo años trabajando en el sector de la consultoria y auditorias de seguridad alimentaria, como ya sabes. Y en todos estos años en ningún momento se ha tratado la “conveniencia” de los alimentos. Doy consultoria a empresas alimentarias o las audito. Y en muchas ocasiones cuando saldo de la propia industria, acabo pensando “no me comería eso ni muerta”. Sí, ya lo sé, soy una exagerada, no es el comentario más apropiado, pero es el que me sale del alma.
Estamos tan centrados en la seguridad del alimento que olvidamos totalmente si es conveniente su consumo para la salud humana.
El objetivo de la industria es vender y cuanto más mejor, y es totalmente lícito y lógico. No lo cuestiono. Pero el objetivo de los consumidores debería ser alimentarse nutricionalmente equilibrado y saludable y no lo hacemos.
Hoy mi reflexión es hacia los consumidores. Debemos tener mayor formación e información de los que estamos comiendo. Debemos preocuparnos más de los alimentos y la repercusión que tiene sobre la salud.
Yo no puedo dar datos técnico científicos, no soy experta en nutrición, solo una aficionada que me preocupa personalmente. Pero sí es verdad que es lo que veo, los consumidores se mueven más por la comodidad, imagen y precio… etc. Y el industrial alimentario está ahí para ofrecer lo que como consumidores demandamos. Pues vamos a demandar alimentos más saludables.!!!!
Diariamente estoy leyendo artículos sobre la conveniencia de los aditivos: conservantes, estabilizantes, antioxidantes, antiespumantes, aromatizantes, espesantes, edulcorantes…. Y una lista sin fin.
Me abruma ver la cantidad tan desorbitada que tienen los alimentos. Que lógicamente todos son legales, todos están permitidos y son aptos para su consumo. Pero tantos!!!! En todos los alimentos están ya presentes y dentro de mi ignorancia, es tal la acumulación en el consumo a lo largo del día que no debe ser nada “bueno”.
La innovación industrial alimentaria está muy enfocada en alargar la vida útil de los alimentos, pero yo llego a la conclusión que no es necesario tanto. No estamos en tiempos de guerra que tengamos que aprovisionar alimentos sin saber cuando acabará. Vivimos en una sociedad de consumo y comodidad, donde en todas las esquinas hay una tienda de alimentación. Tanto trabajo cuesta ir con más frecuencia a comprar alimentos, alimentos frescos y saludables???
Los niños, una gran preocupación, estamos enseñándolos a comer totalmente contraproducente para la salud. Simplemente hay que ir a la puerta del cole a ver que salen merendando los niños, y te aseguro que quizás puedas ver uno o ninguno que sale comiendo fruta. La mayoría son paquetes de galletas, bollería, zumos azucarados, etc. Con esto no quiero decir que ya no podemos comprar galletas. Solo que hagamos una reflexión y pensemos si realmente la alimentación la tenemos equilibrada.
Es cuestión de equilibrio!
Excelente reflexión Marifé. Opino igual. Gracias por decirlo en voz alta.
Gracias Amadeo, de vez en cuando está bien pensar en voz alta!
Muy buen artículo. Está claro que la salud no vende. Como no me mate en un periodo de tiempo breve, ya es seguro. Ejemplo, en el agua de consumo se buscan tóxicos (pesticidas, metales, etc) en concentraciones de microgramos, en agricultura, ni siquiera se legisla qué contaminantes buscar, ni se establecen límites. En este caso es habitual dar por bueno productos donde se han buscado plaguicidas con concentraciones de mg/L (mil veces superior a la fijada para aguas). Pantomima avalada por el vacío legal en esto, en valores nutricionales rigurosos, en publicidad y un largo etc. de factores que afectan directamente la salud a medio y largo plazo. Saludos
llevas razón Néstor, a veces hay demasiadas incongruencias
Excelente reflexión en la industria de los alimentos a veces nos olvidamos que en un mismo producto debe de ser saludable, rico y nutritivo