Competencias base, técnicas y transversales, puestas en juego.
En todas las normas de calidad y seguridad alimentaria nos pide como requisito que se definan las competencias de los perfiles de puesto. Con el objeto de saber que debemos solicitar a un candidato a dicho puesto.
Podemos desarrollarlas con simpleza, para acabar pronto. O todo lo contrario, podemos haber una buena definición para así que nuestro candidato se ajuste fielmente a lo que necesitamos.
Empezamos a definir que son Competencias profesionales: son todas aquellas habilidades y aptitudes que deben tener las personas que les ayudan a desarrollar un trabajo de forma exitosa. Pero también podemos definir las competencias técnicas de una profesión, que son valoradas para los empleadores, pero cada vez se valoran más todas aquellas competencias transversales que te ayudan a diferenciarte de los demás y te hacen más apto para un tipo de trabajo.
Vamos a ir analizando cada una de ellas.
Competencias:
Las competencias de base son aquellas que permiten el acceso a una formación o a un trabajo, son los conocimientos básicos que permiten poder acceder a un trabajo y que se podrán demostrar con la formación académica adquirida.
Las competencias técnicas hacen referencia a las competencias adquiridas después de haber realizado una formación específica. Por ejemplo, una persona que se haya formado en tecnología de los alimentos, tendría que haber adquirido unas competencias técnicas como el tratamiento térmico de alimentos, técnicas de cocción de los alimentos o buenas prácticas alimentarias.
Las competencias transversales son todas aquellas habilidades y aptitudes que hacen que un trabajador desarrolle de forma eficaz su trabajo. Las competencias transversales sirven para desarrollar cualquier profesión y se han adquirido en diferentes contextos (laborales o no). Algunas competencias transversales son: trabajo en equipo, responsabilidad, iniciativa, relación interpersonal, disponibilidad para aprender, etc. Esta competencia debe ir tomando peso con respeto a las anteriores, y una combinación de las tres será un éxito asegurado en la definición de los perfiles.
Y como es un tema que me presta gran interés, en este artículo, nos vamos a centrar en las competencias transversales.
Una amplia definición de estas competencias nos dará una gran ayuda para evaluar la idoneidad de una persona en su puesto de trabajo. Puede servirte de guía para una evaluación.
¿Qué podemos tener en cuenta en las competencias trasversales?
- Capacidad de resolución de problemas: disposición y habilidad para enfrentarse y dar respuesta a una situación determinada mediante la organización y/o aplicación de una estrategia o secuencia operativa (identificación del problema, diagnóstico, formulación de soluciones y evaluación) definida o no para encontrar la solución.
- Capacidad de organización del trabajo: disposición y habilidad para crear las condiciones adecuadas de utilización de los recursos humanos o materiales existentes para desarrollar las tareas con el máximo de eficacia y eficiencia.
- Responsabilidad en el trabajo: disposición para implicarse en el trabajo.
- Capacidad de trabajar en equipo: disposición y habilidad para colaborar de manera coordinada en la tarea realizada conjuntamente por un equipo de personas.
- Autonomía: capacidad de realizar una tarea de forma independiente, ejecutándola de principio hasta el final, sin necesidad de recibir ninguna ayuda o apoyo.
- Relación interpersonal: disposición y habilidad para comunicarse con los otros con el trato adecuado, con atención y simpatía.
- Capacidad de iniciativa o habilidad y disposición para tomar decisiones sobre propuestas o acciones. Si estas propuestas van en la línea de mejorar el proceso productivo, el servicio a los clientes o el producto, podríamos estar ya hablando de la capacidad de innovación