En ocasiones habrás leído artículos sobre los beneficios que te puede aportar un sistema de gestión de calidad a tu empresa, pero ¿realmente le has encontrado sentido a tu sistema?
Contesta a las preguntas que te voy a hacer y luego hablamos:
- ¿Has tenido disponible la documentación necesaria en el momento justo?
- ¿Has seguido siempre los mismos pilares básicos de política dentro de la empresa o has cambiado según los aires?
- ¿Has conseguido los objetivos que te has propuesto?
- ¿Te has preguntado alguna vez si lo que haces tiene sentido a final de año?
- ¿Te has parado a pensar que los trabajadores cubren los puestos que realmente están preparados para desarrollar?
- ¿Has valorado las averías que han tenido tus equipos a lo largo del año por no haber cumplido con su mantenimiento?
- ¿Has tenido que retrasar pedidos por no haberlos podido atender?
- ¿Has sufrido devoluciones por no haberte enterado bien de lo que te habían pedido?
- ¿Has contado la de veces que tienes que reprocesar tus productos por fallos en la producción?
- ¿Cuantas veces tu proveedor te ha fallado?
- ¿Te ha surgido la duda de si tus equipos de medida te dan los datos correctos?
- ¿Has pensado alguna vez en medir la productividad de tus trabajos o trabajadores?
- ¿Sabes como de contentos están tus clientes de ti?
- ¿Sabes cuáles son tus productos con más éxito en el mercado?
- ¿Has podido detectar las incidencias que pueden aparecer en tu trabajo?
¿Te has pregunto alguna vez sobre las cuestiones anteriores?
Pues si tu respuesta es sí, vas en buen camino. Tú podrás encontrarle buen sentido a tu sistema y serás capaz de sacarle todo el beneficio que se le merece.
Y si tu respuesta es no, te aconsejo que te las replantees y si te surgen dudas… aquí estoy
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